Mientras nos desplazabamos en el taxi. La certeza de que me creías un estúpido me hizo reaccionar. Me di cuenta que todo el tiempo estuve en desventaja pues la necesidad de verte me impregnó de ansiedad. ¿Pero que otra cosa pude haber hecho? Después de todo la muerte me había hecho un ser solitario. Así que, como tambien conocía tu fragilidad, guardé silencio para no lacerar el aire.